Salir del clóset no te hace un héroe, pero sí te permite vivir con dignidad
Está muy bien que Peluchín haya salido del clóset (aunque era un secreto a voces como el de taaaantos en la farándula). Está muy bien porque vivir en el clóset es una mierda que te presta a ser chantajeado, manipulado, humillado y a vivir asustado. Vivir en el clóset no te permite ejercer lo más hermoso que tiene el ser humano: la libertad. Esa por la que tanto luchamos.
Todas y todos debemos salir del clóset y permitirnos vivir vidas dignas, sanas, libres y luchadoras. Por más tvbasura que hagas, nada te quita que merezcas vivir en paz contigo mismo. Y esto es algo que quizás nunca entiendan las personas heterosexuales, porque no lo viven, porque no les cuesta, porque no lo sufren. Pueden mirarnos desde arriba y decir: bah, qué mérito tiene, parece que ahora se ha puesto de moda salir del clóset.
Y sí tiene su mérito, porque es un acto de valentía, y todo arrojo conlleva un riesgo. Y es evidente que los heterosexuales no saben cuál es ese riesgo, cuál es ese gran temor que tenemos al salir del clóset, no es solamente perder la chamba, que sepan cómo es nuestra vida sexual o ser insultado diariamente de las formas más degradantes. El miedo más grande que tenemos es perder el amor de nuestra familia y de nuestros amigxs, de las personas que amamos, que respetamos y con las que hemos compartido gran parte de nuestras vidas. Y claro que es un miedo irracional, porque las personas que nos aman nos aman con todo, y no tendrían por qué amarnos menos por ser homosexuales o transexuales, y si nos dejan de amar no merecen ni un poquito que los amemos nosotros, y un acto de valentía es también dejar de amar a quienes no nos aman.
Salir del clóset es un proceso complicado, y no saben lo difícil y doloroso que puede ser, a mí me costó 28 años de mi vida hacerlo cuando hubiera querido hacerlo tranquilamente a los 7, cuando me di cuenta de todo, pero sabía que no iba a recibir el apoyo de mis padres y que mi vida en el colegio sería un infierno, y yo no quería dejar de ser amada y tampoco quería ser insultada y humillada constantemente. Vivir tantos años con este secreto dentro no es sano, mentir toda la vida sobre nuestros afectos no es bueno.
Empezar a vivir con dignidad es empezar a vivir, literalmente. Y hacer las cosas que hacen todas las parejas heteros, tomarnos de la mano en las calles, besarnos, publicar que tengo una relación con otra mujer, tomarme fotos con ella y hacerlo público, dedicarle poemas sin cambiarle el nombre, soñar con casarme algún día, solo para joder a la gente, pero también porque la amo y porque quiero ser feliz a su lado. Y eso es algo que tal vez nunca entiendan los heteros, esas cosas simples que ellos han podido hacer toda la vida sin ningún problema, y que nos llenan el corazón de orgullo y de cosas buenas y que actualmente, millones de peruanos y peruanas no se lo permiten, por miedo. Y ese sufrimiento no lo debe vivir nadie. NADIE.
Pero salir del clóset no te hace el héroe de una comunidad, te hace el héroe de tu propia vida. ¿Sabes lo que te hace el héroe de una comunidad? Luchar porque a las mujeres no se las humille, porque no se las juzgue por la ropa que usan, por cómo hablan o por con quién tiran. Luchar por no seguir estigmatizando a las personas por su género, su clase social, su actividad sexual o su vida privada. Contribuir a que no haya más basura en televisión y que esta contribución sea una que pueda servir de modelo a tantos niños y adolescentes que son criados por la tv. Dejar de banalizar la vida de la gente de afuera transmitiendo vidas banales, acciones banales, peleas banales, noticias banales. Luchar por la dignidad de las personas, sobre todo de las mujeres, porque vivimos en un mundo donde a nosotras se nos ha constituido para que en programas como 'Amor, amor, amor' se nos juzgue por cuestiones irrelevantes y sobre estos juicios se sigan manteniendo estigmas que no permiten que podamos escapar de estereotipos y prejuicios que no son abstracciones, que se hacen carne y vivimos en el cotidiano, y para que se siga pensando que hay vidas a las que es posible despreciar. Eso te haría un héroe de una comunidad. Pero andamos escasos de héroes, y Peluchín no es un héroe, es una persona que en determinado momento de su vida, decidió actuar con valentía, y bien por ello.