¿Es cierto que las mujeres somos complicadas? Odio los estereotipos, por eso decidí analizar qué es lo que realmente encierra esta postura.

Tengo 25 años de ser mujer, de vivir como mujer y sobre todo, tengo 25 años de escuchar cómo se debe ser mujer. Es, precisamente, el último punto en el que comienza para mí el mito de la complejidad de la mujer.

La mayoría de mujeres somos instruidas para ser pacientes, es decir esperar cual Penélope a que llegue el hombre ideal, luego esperar a que el hombre ideal decida llamarte, luego esperar a que te invite a salir, luego esperar a que te proponga salir de nuevo, luego esperar a que algún día te diga que quiere que seas su enamorada, luego esperar… y seguir esperando para toda la eternidad, que las cosas pasen (o que algo pase).

En teoría la estrategia suena muy aburrida, en la práctica es frustrante y peligrosa pues puede generar, posteriormente alguna psicopatía. ¿Llamará? ¿Por qué no llama? ¿Por qué me dijo que me iba a llamar sino pensaba hacerlo? ¿Por qué me llamó solo una vez? ¿Debería contestar a la primera timbrada?. Todas estas preguntas absurdas, nos hemos hecho alguna vez las mujeres y esto solo exterioriza el conflicto interior con el que nos hemos acostumbrado a vivir: ser o pretender ser.

La sociedad limita nuestra personalidad y nos resta posibilidades, pero somos nosotras las que optamos por someternos a ella. No es sencillo, requiere de un largo proceso de aceptación, que implica perderle el miedo “al qué dirán”, pero una vez conseguido el objetivo, comenzarás a experimentar sentimientos que no sabías que como mujer podías sentir.

Por ejemplo, ser capaz de hablarle a un chico en un bar, proponerle ir a otro lado, percibir que le atraes tanto como él a ti, tomarlo por el cuello suavemente y besarlo, ser correspondida y sentir que eres la reina del mundo y que no hay nada que no puedas hacer. No solo es un momento de gloria porque lograste hacer algo que querías, sino porque marca el inicio de tu liberación de los roles de género, marca el inicio de la vida tal cual la quieres vivir.

Entonces, ¿realmente somos complicadas? Creo que no. Considero más bien, que hemos estado reprimidas. Jugar a la hardtoget no te hace ni mejor ni peor mujer.

*Hard to get: Hacerse la difícil.