¿Quiénes han sido los culpables de retrasar el desarrollo intelectual y tecnológico de la humanidad por más de 1000 años? ¿Quiénes ordenaron asesinar públicamente a cientos de miles de mujeres sólo por atreverse a ser más inteligentes y valientes que un hombre? ¿Quiénes fueron los primeros en oponerse a que los afrodescendientes e indígenas dejaran de ser considerados animales para ser tratados como seres humanos? ¿Quiénes trataron de impedir a toda costa que las mujeres accedieran al derecho al voto y a la educación? ¿Cuál es la institución que apoyó y bendijo el régimen fascista de Adolfo Hitler? ¿Cuál es la principal maquinaria productora y protectora de pederastas a nivel mundial? ¿Cuál es la principal entidad en el estado cuya existencia se mantiene con los impuestos de todos los peruanos, sin que esta contribuya con nada a excepción de retraso? ¿Quiénes provocaron más muertes que todas las guerras y las enfermedades juntas para expandir su control, excusándose en un libro de fantasías? ¿Quiénes son los responsables de haber tomado el nombre de un revolucionario de Nazaret (Jesús) para retorcer su mensaje y edificar la institución más tiránica y opresora de todos los tiempos? ¿Quiénes crean y difunden los discursos de odio que provocan los suicidios anuales de millones de trans, lesbianas y gays en el mundo? ¿Quiénes son los culpables de que madres y padres desprecien y ataquen a los hijos que deberían amar, sólo por ser quiénes son? ¿Quiénes se oponen a que las mujeres puedan decidir sobre sus vidas y sus cuerpos para evitar la muerte por un aborto clandestino? ¿Quiénes amenazaron a las comunidades más vulnerabilizadas en el África por el VIH con el castigo del fuego eterno si se atrevían a usar preservativos? En resumen: ¿Cuál es la institución que más muertes, retraso, odio, guerras, esclavitud, suicidios, violaciones, asesinatos, ignorancia, dolor, robos y violencia ha ocasionado y le sigue ocasionando al mundo?   

Curso obligatorio en todas las escuelas peruanas desde inicial hasta quinto de secundaria; institución a la que nos obligan a pertenecer antes de que aprendamos a pensar; sus representantes son los primeros en ser consultados antes de tomar cualquier decisión legal que afecte nuestros derechos sexuales y reproductivos; nuestros congresistas y el presidente ponen la mano para juramentar en su principal arma -la biblia-como requisito para ejercer sus cargos (y de mucho sirve); no importa si eres trabajadora sexual, marica o pobre, igual viven con nuestros impuestos pese a que nos mantienen en la vergüenza y la miseria; tu familia la respeta y defiende por sobre cualquier evidencia y te exige creer en ella incondicionalmente para merecer su amor.

Pero obviamente nada de esto es gratis, a cambio de la anulación total de nuestra capacidad crítica y la completa sumisión hacia aquellos que han asumido la autoridad sobre nosotros mediante de la fe, nos ofrecen la felicidad eterna en una pradera infinita, donde leeremos evangelios y cantaremos canciones de Jesús Adrián Romero por los siglos de los siglos. Sólo debemos esperar a morir para gozar de tales bendiciones, y en virtud de ese futuro imposible, permitir ser oprimidos en el presente, viviendo convencidos de que creer en lo inaudito es nuestra única esperanza.

Además, ser cristiano te permite ocupar una serie de posiciones sumamente cómodas e incongruentes. Por ejemplo, no es necesario ir cada domingo a misa ni soplarte la biblia entera, tampoco tienes que aguantarte las ganas de tener sexo hasta un improbable matrimonio ni pasearte cada octubre por la avenida tacna soportando punteadas magistrales, dios es más bacán. Basta con que cumplas sin cuestionar ciertas órdenes básicas, como ser heterosexual; acordarte de dios si te pasa algo bueno, o malo; traer al mundo cualquier forma de vida que se geste en tu cuerpo si eres mujer, así sea producto de una violación o de un embarazo forzado, y si eres hombre vigilar que eso siempre suceda, así le pase a una hija tuya; juzgar a tus amigos, familiares y a tus propios hijos según la “moral” cristiana, al punto de odiarlos y separarlos de tu vida de ser necesario; y que nunca se te pase por la cabeza vincularte o conocer a ese dios fuera de los parámetros dictados por la iglesia ni imaginarlo con otra personalidad o carácter del que esta le atribuye. Todo ello te permite, por ejemplo, pasarte la vida gozando y pecando de lo lindo, y luego arrepentirte en el confesionario y 'go ahead' (quizás por eso el 80% de la gente en las iglesias pasa los 60 años). 

Para quienes renunciamos a toda esta salvaje hipocresía, y decidimos no sólo gozar de la vida con libertad y sin arrepentimientos, sino también combatir a esa iglesia que nos mata y condena al infierno, es común que nos acusen de ser tan intolerantes como los curas a los que combatimos. Y es que parece que sólo la religión puede tener el privilegio de atacar a otros sin tener que tolerar ningún ataque. Sin embargo, para mí ser ateo es una cuestión de defensa más que de ataque, pues sé que nada es más peligroso y agresivo que la intromisión religiosa en la vida de la gente, sobre todo en la política. ¿Se puede ser intolerante por defender la propia vida?

Quizás sí pues, soy tan intolerante como ellos, y quizás sea necesario que todos empecemos a serlo. Hay cosas sobre las que soy extremadamente intolerante y no pretendo negarlo: la homofobia, lesbofobia y transfobia, el machismo, clasismo, el maltrato animal, el antisemitismo, la misoginia y el racismo, son temas sobre los soy abierta y descaradamente intolerante, y si usan alguna religión para justificarlos puedo llegar al punto de volverme agresivamente hostil. Y veo que ese dios al que apelan para legitimar su violencia y mantenerme en la marginalidad es en realidad mi peor enemigo, un ser de odio y de muerte al que le debo cualquier cosa menos respeto, y todo lo que a él se refiere ha sido inventado para dificultarnos el vivir en este planeta. La religión no merece respeto de ningún tipo, porque no ofrece respeto de ningún tipo.

Podríamos olvidarnos del asunto de si dios puede o no existir, y empezar a preguntarnos: ¿son realmente las iglesias fuerzas del bien para el mundo? Para quienes consideran que la ignorancia y la estupidez colectiva nos convienen, seguro que sí. La magnitud de su control y del grado al que interiorizamos el miedo y la obediencia con la que nos disciplina es tal, que vemos a diario a quienes han sido y son más vejados por ella defenderla con obstinación. Deberíamos olvidarnos también de si puede o no existir un paraíso después de la muerte, y dejar de orientar nuestros esfuerzos hacia lo abstracto, concentrándonos en lo que hoy tenemos a nuestro alcance y nos han impedido notar: el paraíso es posible aquí en la tierra. Lo tenemos todo, y todo nos es arrebatado en el hombre de dios. ¿Cómo pasó eso?

Pero sigue siendo posible, y para lograrlo necesitamos dejar de renunciar a la realidad. Necesitamos coraje y libertad para combatir el tipo de creencias que representan una camisa de fuerza para la humanidad. Respetarlas es boicotearnos, y de hecho habría que ser una especie de contorsionista moral para respetar algo que depende de una mente cerrada para existir, y que lejos de dar una sola evidencia de la verdad de sus dogmas, sólo ha logrado comprobar en innumerables veces que nos arrastra en la dirección equivocada. Tolerar una religión como la católica es contribuir a la estupidez y la ignorancia de los seres humanos. No ser un país laico en la práctica nos cuesta muy caro, nos hace más pobres, infelices y miserables, provoca más muertes, retraso social y lavados cerebrales masivos en las escuelas, y nos mantiene en el subdesarrollo. Quien quiera seguir dando la otra cara de la mejilla, que lo haga.